Ahora, con mi olla de cocción lenta estoy descubriendo un mundo nuevo. Los sabores de casi siempre, con más intensidad, otras texturas, y más cariño en la comida.
Esta receta es una muy simple que hacía antes en cacerola al fuego, pero que ya pienso seguir haciendo de esta manera. Y lo bueno, es que la dejas trabajando y te olvidas hasta la hora de comer.